
Estoy en el Aeropuerto Internacional Presidente Carlos Ibáñez del Campo esperando mi vuelta de regreso a Santiago, se juega el partido Brasil – México, ya van en el minuto 27 y aun nadie lleva la ventaja, espero que Brasil muestre su encanto y prontamente meta un gol para pasar a cuartos de final.
Desde aquí aun se siente el aire magallánico, frío y seco que lo caracteriza. Esta escapada surgió solo por las ganas de conocer un lugar nuevo y organicé un viaje de 4 días a Punta Arenas. En noviembre 2016 vine a la zona a recorrer las Torres del Paine pero no pasé por Punta Arenas, por lo que ahora mi objetivo era caminar la ciudad con tiempo y tomar fotografías sin estar corriendo.
Es julio, pleno invierno en Chile, Punta Arenas esta completamente nevada y se ve preciosa; los días estuvieron helados con un promedio 1 grado Cº de temperatura , soleados con el cielo color cerúleo y una que otra nube para embellecer el panorama. No conocía la ciudad por lo que baje una aplicación, llamada muy originalmente “Punta Arenas”, para que me guiara y la verdad no me dijo nada nuevo a lo que uno puede encontrar en internet o te informan en los mismos hoteles.
Comencé mi recorrido en la Costanera del Estrecho de Magallanes, pues ahí quedaba mi hotel, entré a la ciudad por calle Presidente Federico Errazuriz donde estaba ubicado el bar The Clinic, tomé Lautaro Navarro y de ahí Presidente Julio Roca donde encontré la GRAN picada Kiosko Roca. Me sentía un poco intimidada porque su especialidad es el choripan con leche de plátano lo que aun para alguien tan buena para comer como yo suena pesado, pero bueno… había que probarlo. Entré, está temperado y lleno de personas esperando, algunos pedían para llevar pero Yo ya que andaba con tiempo esperé por un lugar en la barra y comer la especialidad de la casa “Choriqueso con Leche de Plátano agrandada”, no es como el clásico choripan que comemos en Santiago con 1/4 de marraqueta y el embutido de chorizo, sino que es una hallulla crujiente y calentita rellena con choripan al estilo pasta y arriba queso derretido, me lo imagino y se me hace agua la boca porque estuvo exquisito (y no me calló mal para la guata).
Así llegué a la plaza de armas donde me detuve a observar sus edificios, como Punta Arenas fue un puerto importante hace años atrás por el el Estrecho de Magallanes tiene unos edificios bien lindos que se han ocupado de cuidar y señalizar, además en todas las esquina de la plaza tiene letreros para personas no videntes, ojala existieran por toda la ciudad y en todas las ciudades de Chile.
Continué mi día caminando por la avenida principal llamada Gobernador Carlos Bories donde está la mayoría del comercio y al final uno se encuentra con el Cementerio Municipal Sara Braun que es uno de los puntos turísticos que más había escuchado y la verdad es un lugar a visitar en Punta Arenas. Tiene una arquitectura que se ha respetado, sus arboles con forma «mario bross» le dan un estilo característico y junto a la nieve fueron un lugar atractivo para conocer. Terminé el día tomando once en Chocolatta, un café que encontré por tripadvisor, es un buen lugar para comer pero por sobre todo muy acogedor con calor de hogar…
En mi segundo día continue recorriendo la ciudad, quería llegar al Mirador del Cerro la Cruz y la verdad estuve horas ahí porque además de turistas como yo que queríamos captar la ciudad desde las alturas llegaron hartas personas de las zona, lo más exquisito fue un abuelito que contaba los candados que los enamorados dejan en el mirador, tenía clarito cuantos más habían.
Al tiempo después bajé caminando buscando algún restaurant donde almorzar y ya me habían comentado que varios de los restoranes se ubicaban en la calle Bernardo O’Higgins, tanto llegué vi uno de los que quería conocer: «La Cuisine», restaurant francés como se imaginaran bien rico aunque no igualó al «Franchute del barrio» de Frankling. Mi día termino tomando fotos al atardecer del Estrecho de Magallanes, imaginando cómo debió ser hace cientos de años.
Ya en mi tercer día, me animé a hacer un tour para conocer la Cueva del Milodón así que fui a buscar algún tour y terminé visitando el Parque Torres del Paine que una de sus paradas era la cueva del Milodón donde paradójicamente no fuimos por un problema en el camino, PAF! De todas maneras aproveché de recorrer el parque, aunque no se compara con hacer el trekking les dejo alguna de las fotos porque el parque es maravilloso!